Hoy, 17 de julio, comienza la Novena a Santa Ana. Ella es considerada la protectora de las mujeres que no han podido tener hijos y de las madres que esperan un bebé.
ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS:
¡Gloriosa Santa Ana, llena de compasión por todos los que te invocamos con un amor por los que sufren! Postrados a tus pies venimos cargados de nuestros problemas, humildemente te suplicamos y presentamos nuestras necesidades acógenos bajo tu protección especial. (Petición y/o intención) Seguros y confiados se lo presentarás a tu Hija, la Santísima Virgen María, quien lo traerá ante el trono y consideración de su Amado Hijo Jesús. No dejes de interceder por mí hasta que mi pedido pueda ser escuchado. Pero sobre todo, alcánzame la gracia de que un día pueda estar ante la presencia de Dios mismo contigo y con María y todos los ángeles y santos para juntos adorar y alabarlo por toda la eternidad. Amén.
📍PRIMER DÍA📍
Grandiosa Santa Ana, grava para siempre en mi mente y en mi corazón las palabras que han reclamado y santificado a tantos pecadores: “¿De qué le sirve al hombre ganar al mundo entero si pierde su alma?” Que sea esto uno de los principales frutos que pueda alcanzar por honrarte durante esta novena. A tus pies renuevo mi resolución de invocarte diariamente, no sólo por obtener éxito temporal y de guardarme de las enfermedades y el sufrimiento, pero sobre todo, que me guardes de todo pecado y pueda lograr mi eterna salvación y obtener esta gracia especial (petición y/o intención). O poderosa Santa Ana, no permitas que pierda mi alma, pero alcánzame la gracia de ganarme el camino al cielo, que contigo y tu bendito esposo, tu gloriosa hija, cantemos las alabanzas de la Santísima Trinidad por los siglos de los siglos. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
📍SEGUNDO DÍA📍
Gloriosa Santa Ana, ¿cómo no has de estar llena de abundante ternura por los pobres pecadores como yo, ya que eres la abuelita de aquel quien derramó su sangre por nosotros y la madre de quien los santos llaman abogada nuestra? A ti por eso dirigimos nuestras oraciones con confianza. Seguros que nos encomendarás a Jesús y a María para que, por tu pedido nos concedan el perdón de nuestros pecados, la virtud de la perseverancia, el amor a Dios y la caridad por todo el género humano, y en especial por (petición), que necesito tanto ahora. Oh poderosa protectora, no dejes que pierda mi alma, obtenme, por los méritos de Jesucristo e intercesión de María Santísima, la alegría de verlos, amar y glorificarlos por toda la eternidad.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
Amados Jesús, José y María, madre de la Reina del Cielo, únenos junto a todos nuestros seres queridos bajo tu amparo y cuidado especial. Obtén para nosotros todas las virtudes que tu instituiste en el corazón de aquella que sería destinada a ser la Madre de Dios, y las gracias que fueron infundadas en ti también. Modelo sublime de la mujer cristiana, ruega para que imitemos tu ejemplo en nuestros hogares y familias; escucha nuestras peticiones y obtenemos el favor que te pedimos, (petición). Guardiana de la infancia y niñez de la Bienaventurada Virgen María, concédenos las gracias necesarias a todos los que entran al sacramento del Matrimonio, que imitando tus virtudes puedan santificar sus hogares y dirigir a las almas que les sean confiadas a su cuidado, alcanzar la gloria eterna. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
📍CUARTO DÍA📍
Gloriosa Santa Ana, me postro a tus pies confiada pues tu también has probado de las amarguras y dolores de la vida. Mi necesidad y causa de mis lágrimas es (petición). Bendita Santa Ana, tú que sufriste durante los veinte años antes de tu gloriosa maternidad, y por las humillaciones que padeciste, me concedas lo que te pido. Te pido que por el inmenso amor a tu esposo San Joaquín, por el amor a tu Hija Inmaculada, por el gozo que sentiste en el momento de su alegre nacimiento, no me niegues lo que te pido.
Bendíceme y bendice a toda mi familia y a todos mis seres queridos, para que algún día gocemos todos juntos la gloria del cielo por toda la eternidad. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
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📍QUINTO DÍA📍
Grandiosa Santa Ana, ¿qué lejos estoy de parecerme a vos? Qué fácil me rindo ante la impaciencia, al desaliento; fallando en mis oraciones, sabiendo que Dios no va a responder de inmediato a mi pedido. La oración es la llave a todos los tesoros celestial y no debo orar porque mi fe sea débil y por mi falta confianza me causa faltar al menor retraso de misericordia divina. O mi ponderosa protectora, ven en mi ayuda y escucha mi pedido (petición). Haz que mi confianza y fervor, apoyada en las promesas de Jesucristo aumenten en proporción a las tribulaciones a las cuales Dios se digna en enviarme perduran, para obtener, como tú, más de lo que jamás hayámosle pedido. En el futuro debo recordar que estamos hechos para el cielo y no para la tierra; para la eternidad y no para el tiempo; que consecuentemente debo pedir por la salvación de mi alma que es la forma apropiada de rezar y lo que obtienen los que perseveran en la oración. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
📍SEXTO DÍA📍
Gloriosa Santa Ana, madre de la Madre de Dios, te suplico que me alcances por tu poderosa intercesión el perdón de mis pecados y la ayuda que necesito por mi problema (Pedido). ¿Qué no pudiera esperar si te dignaras en concederme tu protección? El Todopoderoso se complace en concederte las peticiones de los pobres pecadores cuando por caridad intercedes por ellos. Me arrodillo ante tí suplicando tu ayuda espiritual y temporal de los peligros del alma y del cuerpo, Que me guíes por el camino de la perfección Cristiana y que finalmente me alcances la gracia que al final de mis días, una buena muerte, y así pueda contemplar tu rostro y los rostros de tu Amadísima Hija, María y de Nuestro Señor Jesucristo, unidos por toda la eternidad. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
Querida Santa Ana, justamente llamada madre de los enfermos y auxilio de los que sufren enfermedades, mira con bondad a los que te encomiendo en mis oraciones. Alivia sus sufrimientos; que a través de la virtud de la paciencia, sometiéndose a la voluntad de Dios puedan santificar su sufrimiento y obtener la salud y la firme resolución de honrar a Jesús y a María y a ti con el cumplimiento fiel de sus responsabilidades. Pero, misericordiosa Santa Ana, te pido por la salvación de mi alma más que la salud del cuerpo, pues convencido de que esta vida es pasajera y nos es dada sólo para ganarnos la vida eterna. Solo obtendremos la vida verdadera con la ayuda y gracia de Dios. Diligentemente te las pido no solo para mí, sino para los enfermos y por una intención especial por el que hago esta novena (Pedido). Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, y por intercesión de su Inmaculada Madre y por tu eficaz y poderosa mediación, O gloriosa Santa Ana. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
📍OCTAVO DÍA📍
Recuerda Santa Ana, cuyo nombre significa gracia y misericordia, que nunca se ha oído decir que cualquiera que haya acudido a ti implorando tu protección y ayuda implorado tu intercesión no haya sido escuchado. Inspirados por esta confianza, acudo a ti, tierna y buena madre, para encontrar refugio en tu regazo y descanso por el peso de mis pecados. O Santa Madre de la Virgen Inmaculada, no despidas mi petición, más bien escucha y concédeme lo que te pido. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
📍NOVENO DÍA📍
Santísima Madre de la Virgen María, gloriosa Santa Ana, yo, miserable picador, confiando en tu bondad, te escojo hoy como mi abogada especial. Te ofrezco y consagro toda mi persona y todos mis intereses a tu solícito cuidado maternal. Espero servirte y honrarte toda mi vida por el amor de tu santísima hija y de hacer todo en mi poder por esparcir tu devoción. Oh mi Buena madre defensora, dígnate en aceptarme como tu servidora, adóptame como hijo/a tuya. Oh gloriosa Santa Ana, te suplico, por la pasión de Jesucristo, Hijo de María, tu amadísima hija, asísteme en todas mis necesidades de cuerpo y alma. Venerable Madre, te suplico me obtengas el favor que te pido en esta novena (pedido) y la gracia de llevar una vida perfectamente agradable a la santa voluntad. Coloco mi alma en tus manos y en las manos de tu bondadosa Hija. Te la confío a ti, especialmente en la hora de separarme de este cuerpo para apareciendo bajo tu patrocinio ante el Juez Supremo, me encuentre digno/a de gozar de su divina presencia y de santa compañía en el cielo. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
Ruega por nosotros, Santa Ana, Tierna Madre de la Reina del Cielo, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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