Santos Joaquín y Ana, otórguenos la bendición por su gran fe y amor de padres.
Por su respeto y reverencia por lo sagrado de la vida humana, Dios les concedió ser los padres de María, Madre del Señor.
A través de su intercesión, le pedimos a Dios que les conceda a los jóvenes de hoy esa misma reverencia por el don de la nueva vida.
Que puedan aceptar, apreciar y nutrir la vida desde el momento mismo de la concepción.
Concédenos a nosotros como nación, un renovado cariño y aprecio por cada vida humana.
Alcáncenme la gracia de orar con fervor, y no poner mi corazón en los bienes pasajeros.
Denme un amor vivo y perdurable por Jesús y María.
Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario