Bendíceme oh María Auxiliadora, que tu bendición santísima permanezca en mi noche y día, en la alegría y en la tristeza, en el trabajo y en el descanso, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte y durante la eternidad.
¡Oh bendición de María Auxiliadora!
Dichoso quien te la pide, recibe y guarda, Después de obtenerla aquí en la tierra
La lleve en su último suspiro
Como prenda de vida eterna.
Nuestro auxilio está en el nombre del Señor
Que hizo cielo y tierra
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