Oración preparatoria para todos los días
Santísima Virgen de Fátima, mi madre y Señora: me dispongo a rezar esta novena con la intención de recordar y atender las palabras que has dirigido al mundo hace ya cien años, cuando apareciste en Cova de Iría, Portugal.
Quiero rezarla con amor y devoción filial, quiero sobre todo, amadísima Señora, que tus palabras se
graben a fuego en mi corazón.
Quiero poner en práctica tus pedidos, en especial el rezo del Santo Rosario, la conversión del corazón abandonando todo pecado, y viviendo de ahora en adelante una vida de virtud como nos manda tu Divino Hijo, Jesús.
La rezo también por los pecadores para que se conviertan, por los que sufren para que los alivies, por los que están confundidos y dudando de nuestra santa religión católica para que los ilumines y los mantengas firmes en ella.
La rezo por la Santa Iglesia, para que sea siempre y cada vez más la luz del mundo y brille a los ojos de todos con el esplendor de su belleza que nunca se marchita.
La rezo en fin, por mis necesidades que son muchas y sé que las atenderás como buena madre que eres. Amén.
Oración: Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, te pido la conversión de los pobres pecadores y a mí concededme un gran amor a Vos y una fidelidad creciente a los mandatos de tu Divino Hijo. También te pido Señora mía por la intención que tanto necesito. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
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🌷Día 1 🌷Oración de este día:
Consideración para el día Primero
Aparición del Ángel de Portugal
El ángel aparece a los pastorcitos rodeado de
un magnífico resplandor y les dice:
— ¡No temáis! Soy el Ángel de la Paz. Orad
conmigo.
¡Dios Mío! Yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.
¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros designios de misericordia.
Ofreced constantemente al Altísimo oraciones y sacrificios.
Ofreced a Dios un sacrificio de reparación por los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la
conversión de los pecadores. Atraed así la paz sobre vuestra patria. Soy su Ángel de la guarda, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que Nuestro Señor os envíe.”
El ángel sostenía un cáliz en su mano izquierda, sobre el que estaba suspendida una Hostia, de la
cual caían algunas gotas de Sangre dentro del cáliz. Dejando el cáliz y la hostia suspendidos en el aire, el Ángel se postró en tierra y repitió tres veces la siguiente oración:
— Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.
Después, levantándose, tomó de nuevo el cáliz y la hostia; me dio la hostia a mí, y lo que contenía el
cáliz lo dio a beber a Francisco y Jacinta, diciendo:
— Tomad y bebed el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres
ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.
🌷Día 2 🌷Oración de este día:
Consideración para el día Segundo
Primera Aparición. 13 de mayo de 1917
Según las descripciones de la Hermana Lucía, era “una Señora vestida toda de blanco, más brillante que el sol, irradiando una luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina, atravesado por los rayos del sol más ardiente”. Su semblante era de una belleza indescriptible, ni triste ni alegre, sino serio, con una expresión de suave censura.
Entonces Nuestra Señora dijo:
— No tengáis miedo, no os haré mal. Soy del Cielo.
— Vengo a pediros que volváis aquí durante seis meses seguidos, los días 13 y a esta misma hora. Después os diré quién soy y lo que quiero. Y volveré aquí aún una séptima vez.
¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que os quiera enviar, en reparación por
los pecados con que Él es ofendido, y en súplica por la conversión de los pecadores?
— Sí, queremos.
— Vais pues, a tener mucho que sufrir, pero la gracia de Dios será vuestro consuelo.
— Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra.
Enseguida comenzó a elevarse serenamente, subiendo en dirección al naciente, hasta desaparecer
en la inmensidad de la distancia
🌷Día 3 🌷Oración de este día:
Consideración para el día Tercero
Segunda aparición 13 de Junio de 1917
Nuestra Señora aparece nuevamente sobre la encina y dice a los pastorcitos:
— Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el Rosario todos los días, y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero. Lucía pide la curación de un enfermo.
— Si se convierte, se curará en el transcurso del
año.
— Quería pedirle que nos llevara al Cielo.
— Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve.
Pero tú te quedarás aquí algún tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrace, le prometo la salvación; y serán amadas de Dios estas almas, como flores puestas por mí para adornar su trono.
— ¿Y me quedo aquí sola?
— No, hija. ¿Y tú sufres mucho con eso? No te desanimes. Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón
será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.
Al decir estas últimas palabras abrió las manos y nos comunicó, por segunda vez, el reflejo de aquella luz tan intensa. Delante de la mano derecha de la Santísima Virgen había un Corazón rodeado de espinas que parecían clavársele por todas partes. Comprendimos que era el Inmaculado Corazón de María, ultrajado por los pecados de los hombres, que pedía reparación”.
🌷Día 4 🌷Oración de este día:
Consideración para el día cuarto
Tercera aparición. 13 de Julio de 1917
Y continuó diciendo:
— Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, sobre todo cuando hagáis algún sacrificio: ¡Oh! Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.
“Al decir estas últimas palabras —narra la Hermana Lucía— abrió de nuevo las manos como en los dos meses anteriores. El reflejo [de los rayos de luz] pareció penetrar la tierra, y vimos como un mar de fuego y, sumergidos en ese fuego, a los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana, que flotaban en el incendio llevados por las llamas que de ellas mismas salían juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todos los lados —semejante al caer de las chispas en los grandes incendios— sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor (Debe haber sido ante esta visión que solté aquel ‘ay’, que dicen haberme oído exclamar). Los demonios se distinguían por formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros carbones en brasa.”
🌷Día 5 🌷Oración de este día:
Consideración para el día quinto
Tercera Aparición. 13 de Julio de 1917
Segunda parte del secreto:
“Asustados y como pidiendo socorro, sigue narrando la hermana Lucía, levantamos los ojos hacia Nuestra Señora, que nos dijo con bondad y tristeza:
Si hacen lo que yo os diga, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra va a terminar. Pero, si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
Para impedirlo, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas. Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.
En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe, etc. Esto no se lo digáis a nadie. A Francisco, sí, podéis decírselo. Cuando recéis el Rosario, decid después de cada Misterio: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego eterno del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de vuestra infinita misericordia.
Amén”.
Oración: Oh Virgen Santísima de Fátima, tú prometiste Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. Sí, tengo plena fe en esta tu promesa. Sé que triunfará en mí y en el mundo entero, y triunfará por encima de las blasfemias, tormentas y borrascas que puedan amenazarnos. Sí Oh Madre, apresurad el día del triunfo de tu Corazón Inmaculado. También te pido Señora mía por la intención que tanto necesito. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
🌷Día 6 🌷Oración de este día:
Tercera parte del secreto:
Bajo los dos brazos de la Cruz había dos ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.
También te pido Señora mía, por la intención que tanto necesito. Amén.
Tercera Aparición 13 de Julio de 1917
“Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el resplandor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios […] a un Obispo vestido de blanco, hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre.
También a otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones.
Oración: Oh Santísima Virgen de Fátima, en medio de las dificultades, persecuciones y sufrimientos que deba sobrellevar por causa de mi fe, te pido la gracia de la fidelidad, la fortaleza y la perseverancia llena de confianza en tu auxilio maternal. No permitas que jamás me separe de ti ni de tu Divino Hijo.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
🌷Día 7 🌷Oración de este día:
Nuestra Señora aparece nuevamente sobre la encina y dice la Virgen en diálogo con la hermana Lucía:
— Quiero que continuéis yendo a la Cova de Iría el
— Haced dos andas; una llévala tú con Jacinta y dos niñas más vestidas de blanco; la otra, que la lleve Francisco con tres niños más. El dinero de las andas es para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Lo que sobre es para ayudar a una capilla que debéis mandar construir.
— Sí, curaré a algunos en el transcurso de este año.
Y tomando un aspecto más triste, les recomendó de nuevo la práctica de la mortificación, diciendo, al final:
— Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, que muchas almas se van al Infierno por no haber quien se sacrifique y pida por ellas”.
Oración: Oh Santísima Señora de Fátima, dame la gracia de la oración constante, perseverante y llena de confianza en tu maternal socorro, pues sé que por medio de él me obtendrás la fuerza para mantenerme lejos del pecado y sacrificarme en beneficio de mis hermanos más necesitados de consuelo, fe y esperanza.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
Consideración para el día Séptimo
Cuarta Aparición. 15 de Agosto de 1917
día 13 y que continuéis rezando el Rosario todos los días.
En el último mes haré el milagro para que todos crean.
— ¿Qué quiere Vuestra Merced que se haga con el
dinero que la gente deja en la Cova de Iría?
— Quería pedirle la curación de algunos enfermos.
— Sí, curaré a algunos en el transcurso de este año.
Y tomando un aspecto más triste, les recomendó de nuevo la práctica de la mortificación, diciendo, al final:
También te pido Señora mía, por la intención que tanto necesito. Amén.
🌷Día 8 🌷Oración de este día:
Consideración para el día Octavo
Narra la Hermana Lucía:
— Continuad rezando el Rosario para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrán también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora del Carmen y San José con el Niño Jesús, para bendecir al mundo. Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiere que durmáis con la cuerda, usadla sólo durante el día.
— Me han encargado que le pida muchas cosas: la cura de algunos enfermos, de un sordomudo.
— Sí, a algunos curaré, a otros no. En octubre haré un milagro para que todos crean.
Consideración para el día Octavo
Quinta Aparición. 13 de septiembre de 1917
Vimos el reflejo de una luz y, enseguida, a la Santísima Virgen sobre la encina. [Nos dijo:]
Y comenzando a elevarse, desapareció como de costumbre”.
Oración: Oh Santísima Virgen de Fátima, en esta quinta aparición insistes una vez más en el rezo del Santo Rosario. ¿Por qué tanta insistencia? Tal vez porque es inconstante nuestra devoción. Hazme comprender que el Santo Rosario es esa cadena de oro que une el cielo con la tierra; es la devoción por medio de la cual me obtendrás las gracias y favores que me tienes reservados; es la devoción para obtener la conversión de los pecadores y el triunfo de tu Inmaculado Corazón en el mundo. Arraiga en mí corazón la devoción al Santo Rosario. También te pido Señora mía, por la intención que tanto necesito. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
🌷Día 9 🌷Oración de este día:
🌷Día 9 🌷Oración de este día:
Consideración para el día Noveno
Sexta y última aparición
Cerca de las once y media, aquel mar de gente abrió paso a los tres videntes que se aproximaban, vestidos con sus trajes de domingo.
Es la Hermana Lucía quien nos relata lo que sucedió:
“Llegados a Cova de Iría, junto a la encina, llevada por un movimiento interior, pedí al pueblo que cerrase los paraguas para rezar el Rosario. Poco después vimos el reflejo de la luz y, enseguida, a Nuestra Señora sobre la encina.
— ¿Qué quiere Vuestra Merced de mí?
— Quiero decirte que hagan aquí una capilla en mi honor; que soy la Señora del Rosario; que continuéis rezando el rosario todos los días. La guerra va a terminar y los militares volverán en breve a sus casas.
— Quería pedirle muchas cosas. Si curaba unos enfermos y convertía unos pecadores...
— A algunos sí, a otros no. Es preciso que se enmienden, que pidan perdón por sus pecados.
Y tomando un aspecto más triste, [Nuestra Señora agregó]: No ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido.
Enseguida, abriendo las manos, Nuestra Señora las hizo reflejar en el sol y, mientras se elevaba, su propia luz continuaba reflejándose en el sol”.
Habiendo la Santísima Virgen desaparecido en esa luz que Ella misma irradiaba, se sucedieron en el cielo tres nuevas visiones, como cuadros que simbolizaban los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos del Rosario.
Junto al sol apareció la Sagrada Familia: San José, con el Niño Jesús en los brazos, y Nuestra Señora del Rosario. La Virgen vestía una túnica blanca y un manto azul, San José estaba también de blanco y el Niño Jesús de rojo. San José bendijo al pueblo trazando tres veces en el aire una cruz, y el Niño Jesús hizo lo mismo.
Las dos escenas siguientes fueron vistas sólo por Lucía.
Primero vio a Nuestro Señor transido de dolor en el camino del Calvario, y a la Virgen de los Dolores, sin la espada en el pecho. El Divino Redentor también bendijo al pueblo.
Por fin apareció, gloriosa, Nuestra Señora del Carmen coronada Reina del Cielo y del Universo, con el Niño Jesús en brazos.
Mientras los tres pastorcitos contemplaban a los personajes celestiales, se operó ante los ojos de la multitud el milagro anunciado.
Había llovido durante toda la aparición.
Lucía, al terminar su coloquio con la Santísima Virgen, había gritado al pueblo: “¡Miren el sol!”. Se entreabrieron las nubes, y el sol apareció como un inmenso disco de plata. A pesar de su brillo intenso, podía ser mirado directamente sin herir la vista. La multitud lo contemplaba absorta cuando, súbitamente, el
astro se puso a “bailar”. Giró rápidamente como una gigantesca rueda de fuego. Se detuvo de repente y, poco después, comenzó nuevamente a girar sobre sí mismo a una velocidad sorprendente. Finalmente, en un torbellino vertiginoso, sus bordes adquirieron un color escarlata, esparciendo llamas rojas en todas direcciones. Éstas se reflejaban en el suelo, en los
árboles, en los rostros vueltos hacia el cielo, reluciendo con todos los colores del arco iris. El disco de fuego giró locamente tres veces, con colores cada vez más intensos, tembló espantosamente y, describiendo un zigzag descomunal, se precipitó sobre la multitud aterrorizada. Un único e inmenso grito escapó de todas las gargantas. Todos cayeron de rodillas en el lodo, pensando que serían consumidos por el fuego.
Muchos rezaban en voz alta el acto de contrición.
Poco a poco, el sol comenzó a elevarse trazando el mismo zigzag, hasta el punto del horizonte desde donde había descendido. Se hizo entonces imposible fijar la vista en él. Era de nuevo el sol normal de todos los días.
Oración: Oh Santísima Virgen de Fátima. El ciclo de las apariciones ha terminado. Nos queda el recuerdo de tu presencia celestial y sobre todo tu Mensaje, Palabras de advertencia pero también de consuelo y de esperanza, de pedido de oración y conversión. Palabras y promesas que te pido impregnen siempre mi mente y mi corazón, de manera que pueda ser siempre fiel a ellas. También te pido Señora mía, por la intención que tanto necesito.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
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