Preciosa Sangre palpitando en el Eucarístico Corazón de Jesús, yo te adoro y te ofrezco en homenaje mi alabanza de amor.
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En el Calvario Tú vertiste el precio de mi redención; en el altar, Tú que eres mi vida y la fuente de todas las gracias que jamás se ha conocido. SANGRE DIVINA, yo te doy gracias, Tú eres el grandísimo regalo de Dios al hombre, la prueba y promesa de Amor eterno.
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¡OH SANGRE SALVADORA, tan a menudo desconocida, despreciada y olvidada, yo me obligo a ofrecerte reparación durante mi vida, por mediación del Inmaculado Corazón de María, mi Madre. Yo deseo consagrarte todos los días de mi vida a tu Amor y Adoración, yo pongo mi casa en forma especial bajo tu poderosa protección; que tu bendición siempre descanse sobre mi familia y sobre todos quienes son queridos por mí.
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Cuando las tormentas de la vida se aglomeren cerca de mí, cuando pruebas y tentaciones me opriman fuertemente, sé Tú mi refugio y mi fuerza. Bendecidos por Tí, mis gozos serán más dulce y cada tristeza que yo tenga Tú la suavizarás. Sobre todo, a la hora de la muerte, ¡OH PRECIOSA SANGRE! sé Tú mi paz y mi esperanza. Que tu insignia sea mi pasaporte a las eternas moradas delante del trono de la justicia de Dios, abriéndome las puertas de la Ciudad Inmortal, donde por siempre te amaré y gozaré en Ti.
Amén.🙏
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