Para mayor gloria vuestra, ¡ Oh Señor !, uno en esencia y trino en personas; para mejor imitar a mí dulcísimo redentor Jesucristo y para mostrar mi sincera esclavitud a María Santísima, madre de la misericordia y madre de las pobres almas del purgatorio, (se incluye aquí el nombre de cada uno) me propongo cooperar a la redención y libertad de aquellas almas encarceladas por deudas de penas a la divina justicia, merecidas por sus pecados, y en aquel modo que puedo lícitamente, hago libre y espontáneamente voto de librar del purgatorio a todas las almas que María Santísima quisiere que sean libres.
Y para esto pongo en manos de esta piadosísima Señora todas mis obras satisfactorias, propias y participadas, tanto en vida como en muerte y después de mi muerte. Aceptad, os ruego, Dios mío, y confirmad este mi ofrecimiento, que os reitero y confirmo a honra vuestra y bien de mi alma.
Y dado que mis obras satisfactorias no bastasen para pagar todas las deudas de aquellas almas predilectas de la Santísima Virgen y para satisfacer las que yo mismo hubiese contraído por mis culpas, que de todo corazón odio y detesto, me ofrezco, Señor, a pagaros, si ése es vuestro deseo, con las penas del purgatorio todo lo que me faltare, abandonándome en los brazos de vuestra misericordia y en los de la dulcísima Madre María.
Sean testigos de este mi Voto todos los que viven en las tres Iglesias: Triunfante, Purgante y Militante.
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