(“Hijos míos, récenla y háganla conocida en todo el mundo. Todos los que estén bajo maldiciones y que constantemente digan esta Oración, se liberarán de sus maldiciones. Cualquier familia que esté sufriendo por la maldición de sus pecados cometidos por sus antepasados, y que hacen una Novena de 144 días con esta Oración, serán liberados. Todos los que rompan un pacto y que estén supuestos a morir, serán salvados y también liberados de sus maldiciones si ellos constantemente dicen esta Oración y se arrepienten”)
Padre Eterno, Tu eres el Único Dios inmortal, Dios que es Amor, Misericordia y Bondad. Mira a Tu Hijo Unigénito, Jesucristo, y ten misericordia.
Yo te ofrezco los dolores de su flagelación en la columna, sus heridas y su Sangre Preciosa, por todos los de Tu pueblo que estén viviendo bajo el peso de una maldición por sus pecados, por los pecados de sus antepasados, y por la desobediencia al romper el pacto que hicieron Contigo en el Bautismo. Libéranos por la flagelación de Tu Hijo, sánanos por Sus heridas y sálvanos por Su Sangre Preciosa. Amén.
Sangre Preciosa de Jesucristo, libéranos de las maldiciones ancestrales.
Santas Llagas de Jesucristo, libéranos de las maldiciones.
Santas Llagas de Jesucristo, sana nuestras heridas.
Por tu flagelación, séllanos. Amén.
Sangre Preciosa de Jesucristo, libéranos de las maldiciones ancestrales.
Santas Llagas de Jesucristo, libéranos de las maldiciones.
Santas Llagas de Jesucristo, sana nuestras heridas.
Por tu flagelación, séllanos. Amén.
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